En la gramática y el estudio de la lengua, es fundamental comprender los roles que desempeñan los elementos en una oración. Uno de los conceptos esenciales es el sujeto, el cual puede clasificarse como activo o pasivo dependiendo de su función dentro de la oración. Este artículo se enfoca en detallar qué significa que un sujeto sea activo o pasivo, cómo se identifica, y cuál es su importancia en la construcción de oraciones claras y efectivas.
¿Qué es un sujeto pasivo y activo?
En gramática, el sujeto es el núcleo de la oración que realiza la acción o sobre el que recae la acción. Cuando se habla de un sujeto activo, se refiere al elemento que ejecuta la acción del verbo. Por ejemplo, en la oración El niño corre por el parque, el sujeto activo es el niño, quien realiza la acción de correr.
Por otro lado, el sujeto pasivo es aquel sobre el que recae la acción. En la oración El libro fue leído por el estudiante, el sujeto pasivo es el libro, ya que es sobre él que se realiza la acción de leer. Es importante destacar que en las oraciones pasivas, el verbo se conjuga en voz pasiva y normalmente aparece acompañado de la preposición por seguido del sujeto que realiza la acción.
Un dato interesante es que la voz pasiva fue muy utilizada en el latín, idioma en el que esta estructura era común para dar énfasis al objeto sobre el que recaía la acción, especialmente en textos literarios o científicos. En el español moderno, aunque la voz pasiva se sigue empleando, se prefiere a menudo la voz activa por su mayor claridad y naturalidad.
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La importancia del sujeto en la construcción de oraciones
El sujeto es una pieza clave en la estructura de cualquier oración, ya que establece quién o qué está involucrado en la acción. Sin un sujeto claro, una oración puede resultar ambigua o incompleta. Por ejemplo, la oración Corre por el parque carece de sujeto y, por lo tanto, no se sabe quién está realizando la acción.
En las oraciones activas, el sujeto es quien realiza la acción, lo que permite una comunicación directa y efectiva. En contraste, en las oraciones pasivas, el sujeto es quien recibe la acción, lo que puede ser útil cuando el ejecutor de la acción es desconocido, irrelevante o cuando se quiere enfatizar el resultado más que al actor.
Además, la colocación del sujeto en la oración puede variar según el énfasis deseado. En la voz activa, el sujeto suele aparecer al comienzo de la oración, mientras que en la pasiva, el sujeto puede estar al final, lo que permite darle más relevancia al objeto o al resultado de la acción. Esta flexibilidad es especialmente útil en textos técnicos, científicos o periodísticos.
Diferencias entre sujeto activo y sujeto pasivo en oraciones complejas
En oraciones complejas, donde hay más de un sujeto o se usan oraciones subordinadas, la distinción entre sujeto activo y pasivo se vuelve más compleja. Por ejemplo, en la oración El profesor, quien fue reconocido por sus logros, dicta clases todos los días, el sujeto principal es el profesor, quien realiza la acción de dictar, mientras que fue reconocido es una oración subordinada en voz pasiva que describe al profesor.
En estos casos, es fundamental identificar cuál es la acción principal y cuál es secundaria, ya que esto determina cuál sujeto está actuando como activo o pasivo. Además, en oraciones con múltiples sujetos, es necesario analizar cada uno para determinar si están actuando como agentes de la acción o si están recibiendo la acción de otra parte.
Ejemplos claros de sujeto activo y pasivo
Para comprender mejor estos conceptos, aquí tienes algunos ejemplos prácticos:
Oraciones con sujeto activo:
- *El gato atrapó al ratón.*
- Sujeto activo: El gato.
- *Los estudiantes resolvieron los ejercicios.*
- Sujeto activo: Los estudiantes.
Oraciones con sujeto pasivo:
- *El ratón fue atrapado por el gato.*
- Sujeto pasivo: El ratón.
- *Los ejercicios fueron resueltos por los estudiantes.*
- Sujeto pasivo: Los ejercicios.
En estos ejemplos, se puede notar cómo cambia la función del sujeto al pasar de la voz activa a la pasiva. Mientras que en la voz activa el sujeto ejecuta la acción, en la pasiva el sujeto recibe la acción, y el sujeto que ejecuta la acción se introduce con la preposición por.
El concepto de sujeto en la gramática moderna
En la gramática moderna, el sujeto no solo se define por su función en la oración, sino también por su morfología y posición. En el español, el sujeto puede estar explícito o implícito. Cuando es explícito, aparece como un sintagma nominal (un sustantivo acompañado de su artículo y posibles modificadores). Cuando es implícito, como en las oraciones impersonales, no se menciona directamente, pero se entiende por el contexto.
Otra característica relevante es que el sujeto puede estar en cualquier lugar de la oración, aunque suelen aparecer al comienzo en la voz activa. En la voz pasiva, el sujeto puede estar al final, lo cual permite enfatizar el objeto de la oración. Por ejemplo:
- *El coche fue lavado por el mecánico.* (Sujeto pasivo al inicio)
- *Fue lavado por el mecánico el coche.* (Sujeto pasivo al final)
Esta flexibilidad permite al escritor o hablante ajustar el énfasis según lo que quiera resaltar.
Recopilación de oraciones con sujeto activo y pasivo
A continuación, se presenta una lista de oraciones en voz activa y sus equivalentes en voz pasiva para comparar y entender mejor la diferencia entre ambos tipos de sujetos:
| Oración en voz activa | Oración en voz pasiva |
|————————|————————–|
| El artesano talló una escultura. | Una escultura fue tallada por el artesano. |
| Los científicos descubrieron una nueva especie. | Una nueva especie fue descubierta por los científicos. |
| La empresa lanzó un nuevo producto. | Un nuevo producto fue lanzado por la empresa. |
| El niño rompió el jarrón. | El jarrón fue roto por el niño. |
Como se puede observar, en la voz pasiva se mantiene el mismo significado pero se cambia la estructura de la oración para resaltar el objeto sobre el que recae la acción.
El sujeto y su rol en la comunicación efectiva
El sujeto no solo es un elemento gramatical, sino un pilar fundamental en la comunicación clara y efectiva. En la vida cotidiana, al escribir o hablar, solemos utilizar la voz activa con mayor frecuencia porque resulta más directa y natural. Por ejemplo, decir Ella escribió el informe es más claro que decir El informe fue escrito por ella, aunque ambas oraciones sean gramaticalmente correctas.
Además, el uso adecuado del sujeto activo o pasivo puede influir en el estilo del texto. En textos informativos o científicos, se suele preferir la voz pasiva para dar una apariencia de objetividad. Sin embargo, en textos creativos o narrativos, la voz activa suele ser más dinámica y atractiva para el lector.
¿Para qué sirve el sujeto activo y pasivo en el español?
El uso del sujeto activo o pasivo depende del propósito del mensaje que se quiere transmitir. El sujeto activo es ideal cuando se quiere resaltar al agente que realiza la acción. Por ejemplo, en un reporte de noticias, decir El gobierno anunció nuevas medidas económicas es más directo que Nuevas medidas económicas fueron anunciadas por el gobierno, aunque ambas sean correctas.
Por otro lado, el sujeto pasivo puede ser útil cuando el agente no es relevante o cuando se quiere enfatizar el objeto de la acción. Esto es común en textos técnicos o científicos, donde lo importante es el resultado o el objeto sobre el que recae la acción, más que quien lo realizó.
Agentes y receptores: sinónimos de sujeto activo y pasivo
Aunque el término sujeto es el más común para referirse a este concepto gramatical, existen otros términos que pueden utilizarse como sinónimos o en contextos específicos. Por ejemplo, el sujeto activo también puede llamarse agente o actor, mientras que el sujeto pasivo puede denominarse receptor o afectado.
Estos términos suelen utilizarse en análisis lingüísticos o gramaticales más avanzados. Por ejemplo, en la oración El pintor pintó un cuadro, el pintor es el agente o actor de la acción, mientras que un cuadro es el objeto directo. En la oración pasiva Un cuadro fue pintado por el pintor, un cuadro es el sujeto pasivo o receptor de la acción.
El sujeto en la comunicación oral y escrita
En la comunicación oral, el uso de la voz activa es más común debido a su naturalidad y fluidez. Por ejemplo, en una conversación cotidiana, es más habitual decir Yo preparé la cena que La cena fue preparada por mí, a menos que se quiera enfatizar el objeto o cuando el agente sea desconocido.
En la comunicación escrita, en cambio, el sujeto pasivo puede usarse con más frecuencia, especialmente en textos formales o técnicos. Esto se debe a que la voz pasiva le da una apariencia de objetividad al texto. Sin embargo, en textos creativos o narrativos, la voz activa suele ser preferida por su dinamismo y capacidad para mantener el interés del lector.
El significado del sujeto activo y pasivo en la gramática
El sujeto activo y pasivo son dos funciones gramaticales que definen la participación del sujeto en la acción del verbo. En la voz activa, el sujeto ejecuta la acción, mientras que en la voz pasiva, el sujeto recibe la acción. Esta distinción es fundamental para la correcta interpretación de las oraciones.
Para identificar el sujeto activo o pasivo, se puede preguntar: ¿quién realiza la acción? (sujeto activo) o ¿sobre quién recae la acción? (sujeto pasivo). Por ejemplo, en El perro ladró, el sujeto activo es el perro, mientras que en El grito fue emitido por el perro, el sujeto pasivo es el grito.
¿Cuál es el origen del concepto de sujeto activo y pasivo?
El concepto de sujeto activo y pasivo tiene sus raíces en la gramática clásica, específicamente en la gramática griega y latina. En estas lenguas, se establecieron reglas claras para distinguir entre los elementos que realizan la acción y aquellos sobre los que recaen. Los gramáticos antiguos, como Dionisio Tráculo y Prisciano, fueron fundamentales en el desarrollo de estos conceptos.
Con el tiempo, estos principios fueron adoptados por otras lenguas romances, incluido el español. La gramática moderna ha mantenido estos conceptos, aunque con ciertas adaptaciones para reflejar el uso actual de la lengua. Por ejemplo, en el español, la voz pasiva se usa con menos frecuencia que en el latín, pero sigue siendo una herramienta útil en ciertos contextos.
Diferencias entre sujeto activo y sujeto pasivo en español
Aunque el concepto de sujeto activo y pasivo es común a muchas lenguas, en el español existen algunas particularidades. Por ejemplo, en el español se utiliza con frecuencia la voz pasiva refleja, que se forma con el verbo en tercera persona plural y el pronombre se, sin necesidad de mencionar al sujeto que ejecuta la acción. Por ejemplo:
- *Se vende esta casa.* (No se menciona quién vende, pero se entiende que es una acción general.)
- *Se habla español en este país.* (Se omite el sujeto, pero se entiende el contexto.)
Esta construcción es útil cuando el sujeto es desconocido, irrelevante o cuando se quiere dar una apariencia impersonal a la oración.
¿Cómo se forma una oración con sujeto pasivo?
Para formar una oración en voz pasiva en español, se utiliza el verbo en tercera persona del singular o plural de la forma pasiva, seguido del complemento que recibe la acción. La estructura general es:
Sujeto (receptor) + verbo en voz pasiva + preposición por + sujeto (agente).
Ejemplo:
- *La carta fue escrita por el profesor.*
Pasos para formar una oración pasiva:
- Identificar el sujeto activo y el verbo en voz activa.
- Convertir el verbo a la forma pasiva (por lo general, con ser + participio).
- Reubicar el sujeto pasivo al inicio de la oración.
- Añadir la preposición por seguida del sujeto activo.
¿Cómo usar el sujeto activo y pasivo y ejemplos de uso?
El uso correcto del sujeto activo y pasivo depende del contexto y del mensaje que se quiera transmitir. En general, se recomienda usar la voz activa para oraciones claras y directas, y la voz pasiva cuando se quiere dar énfasis al objeto o cuando el agente no es relevante.
Ejemplos de uso en contextos diferentes:
- En un discurso político:
*El gobierno implementó nuevas políticas sociales.* (Voz activa)
*Nuevas políticas sociales fueron implementadas.* (Voz pasiva)
- En un texto técnico:
*El experimento fue diseñado por un equipo de científicos.* (Voz pasiva)
*Un equipo de científicos diseñó el experimento.* (Voz activa)
- En un artículo periodístico:
*El incendio destruyó el edificio.* (Voz activa)
*El edificio fue destruido en el incendio.* (Voz pasiva)
El impacto del sujeto en la comprensión lectora
El uso adecuado del sujeto activo o pasivo puede tener un impacto significativo en la comprensión lectora. Cuando el sujeto es claro y bien ubicado en la oración, el lector puede procesar la información con mayor facilidad. Por el contrario, si el sujeto es ambiguo o está mal ubicado, puede generar confusiones.
Por ejemplo, una oración como Fue publicado el libro por el autor puede resultar confusa para el lector, ya que el sujeto está al final. En cambio, decir El autor publicó el libro es más directo y comprensible. Por ello, en textos educativos y técnicos es importante elegir la voz que mejor se ajuste al propósito comunicativo.
El sujeto en la gramática de otros idiomas
En otros idiomas, como el inglés o el francés, también existen conceptos similares al sujeto activo y pasivo. En el inglés, por ejemplo, la voz pasiva se forma con be + participio del verbo, y el sujeto que recibe la acción va al comienzo de la oración:
- *The book was written by the author.*
En el francés, la estructura es similar:
- *Le livre fut écrit par l’auteur.*
Estos ejemplos muestran que, aunque los idiomas pueden tener variaciones en su gramática, el concepto de sujeto activo y pasivo es universal y fundamental para comprender la estructura de cualquier lengua.
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