Que es el cierre en un ensayo

Que es el cierre en un ensayo

El cierre de un ensayo es una de las partes más importantes de este tipo de texto, ya que representa la culminación de las ideas expuestas. Más allá de ser solo una conclusión, el cierre en un ensayo tiene como finalidad reforzar los argumentos principales, resumir los puntos clave y dejar una impresión duradera en el lector. En este artículo exploraremos en profundidad qué es el cierre, cómo se estructura, su importancia y ejemplos prácticos que ilustran su aplicación en distintos tipos de ensayos.

¿Qué es el cierre en un ensayo?

El cierre en un ensayo es la sección final que resume los puntos más relevantes desarrollados a lo largo del texto. No se limita a repetir lo ya dicho, sino que tiene la función de integrar la información, reforzar la tesis y presentar una reflexión final. Un buen cierre debe dejar al lector con una impresión clara de lo que se ha argumentado, así como con una idea de por qué la discusión es relevante.

Además, el cierre puede incluir una llamada a la acción, una proyección futura o una pregunta retórica que invite al lector a reflexionar. Es esencial que esta parte del ensayo esté conectada con la introducción y el desarrollo, para que el texto tenga coherencia y unidad.

Un dato interesante es que en la antigua Grecia, los oradores como Isócrates y Demóstenes ya utilizaban un tipo de cierre llamado peroración, que servía para resumir su discurso y convencer al público de su postura. Esta técnica se ha mantenido vigente en la estructura de los ensayos modernos.

La importancia del cierre en la estructura del ensayo

El cierre no solo cierra el discurso, sino que también tiene un impacto psicológico en el lector. Es el último contacto que el lector tiene con el texto, por lo que es crucial que deje una impresión memorable. Un buen cierre puede consolidar los argumentos, responder a las preguntas iniciales y ofrecer una visión ampliada del tema.

En términos de estructura, el cierre está diseñado para resumir, no para introducir nuevos argumentos. Debe tener claridad y precisión, y a menudo se complementa con una frase poderosa o una idea que invite a la reflexión. Además, el cierre debe mantener el tono del ensayo, ya sea formal, crítico o persuasivo, según el objetivo del autor.

Por ejemplo, en un ensayo académico, el cierre puede incluir una evaluación crítica del tema o una comparación con otros estudios, mientras que en un ensayo argumentativo puede incluir una llamada a la acción o una sugerencia para resolver el problema planteado.

El cierre como herramienta de síntesis

El cierre también actúa como una herramienta de síntesis, ya que permite al autor condensar toda la información presentada en un solo párrafo o párrafos. Esta síntesis no solo facilita la comprensión del lector, sino que también refuerza la coherencia del ensayo. Un buen cierre debe integrar los puntos más importantes y mostrar cómo se relacionan entre sí.

En muchos casos, el cierre puede incluir una reafirmación de la tesis, pero desde una perspectiva más madura o reflexiva. Esto ayuda a mostrar que el autor ha desarrollado su pensamiento a lo largo del ensayo y ha llegado a conclusiones sólidas. Por ejemplo, si el ensayo trata sobre la importancia de la educación, el cierre podría resumir los beneficios de la educación y su impacto en la sociedad, con un llamado a valorar más este recurso.

Ejemplos de cierre en ensayos

Un buen ejemplo de cierre en un ensayo podría ser el siguiente:

>En conclusión, la contaminación ambiental no solo afecta a nuestro planeta, sino que también pone en riesgo nuestra calidad de vida. A través de este análisis, hemos visto cómo los residuos, la deforestación y la emisión de gases de efecto invernadero están generando efectos irreversibles. Por ello, es fundamental que cada individuo asuma responsabilidad y contribuya a la preservación del medio ambiente. Solo con acciones colectivas y comprometidas podremos construir un futuro sostenible.

En este caso, el cierre resalta los puntos clave, reitera la tesis y finaliza con una llamada a la acción. Otro ejemplo podría ser:

>El análisis de la globalización nos muestra que, aunque trae beneficios económicos, también plantea desafíos culturales y sociales. En este ensayo hemos explorado cómo la interdependencia entre países puede ser tanto una ventaja como una amenaza. En última instancia, es necesario encontrar un equilibrio que respete la diversidad y promueva el bienestar común.

Estos ejemplos muestran cómo el cierre puede variar según el tipo de ensayo, pero siempre debe ser coherente con el contenido y el tono del texto.

El cierre como síntesis y reflexión final

El cierre no es solo una repetición de lo ya dicho, sino una síntesis inteligente que reúne los elementos más importantes del ensayo. Su función principal es ofrecer al lector una visión integrada de lo expuesto, destacando los argumentos más sólidos y las conclusiones más relevantes. En este sentido, el cierre debe cumplir con tres objetivos básicos: resumir, reforzar y reflejar.

Para lograrlo, el autor puede utilizar diversas estrategias, como:

  • Reafirmar la tesis desde una perspectiva más reflexiva.
  • Ofrecer una visión de futuro o una proyección.
  • Incluir una llamada a la acción o una sugerencia.
  • Plantear una pregunta retórica que invite a pensar.

Por ejemplo, en un ensayo sobre la importancia de la lectura, el cierre podría plantear: ¿Qué pasaría si dejáramos de leer? Sin duda, perderíamos una de las herramientas más poderosas para el crecimiento personal y colectivo.

Cinco elementos esenciales del cierre en un ensayo

  • Resumen de los puntos clave: Un buen cierre debe mencionar los argumentos más importantes sin extenderse demasiado.
  • Reafirmación de la tesis: La idea central del ensayo debe aparecer de nuevo, pero con una visión más madura.
  • Reflexión final: El autor puede incluir una idea que invite a la reflexión o que ofrezca una perspectiva nueva.
  • Conexión con el lector: El cierre puede incluir una llamada a la acción o una sugerencia para que el lector considere el tema desde otra perspectiva.
  • Cierre emocional o intelectual: Un buen cierre puede dejar una impresión emocional o intelectual que perdure en el lector.

Estos elementos no son fijos, pero su combinación permite crear un cierre efectivo que cumpla con las expectativas del lector y del autor.

El cierre como reflejo del propósito del ensayo

El cierre también debe reflejar el propósito del ensayo. Si el objetivo es informar, el cierre puede presentar una síntesis clara y precisa de los puntos expuestos. Si el objetivo es persuadir, el cierre puede incluir una llamada a la acción o una sugerencia concreta. En el caso de un ensayo crítico, el cierre puede incluir una evaluación final o una comparación con otras perspectivas.

Por ejemplo, en un ensayo informativo sobre el cambio climático, el cierre podría resumir los efectos más graves del fenómeno y proponer soluciones viables. En un ensayo argumentativo sobre la legalización de la marihuana, el cierre podría destacar los beneficios más importantes y abogar por una reforma legislativa.

¿Para qué sirve el cierre en un ensayo?

El cierre sirve para varias funciones clave en el desarrollo de un ensayo:

  • Reforzar la tesis: Al repetir o reinterpretar la idea principal, el cierre ayuda a reforzar la tesis del ensayo.
  • Dar coherencia al texto: Al conectar los puntos clave, el cierre aporta coherencia y estructura al texto.
  • Dejar una impresión duradera: Un buen cierre puede dejar una impresión emocional o intelectual en el lector.
  • Ofrecer una visión final: El cierre permite al autor presentar una reflexión final que puede ser más profunda o amplia que la introducción.

Por ejemplo, en un ensayo sobre la importancia de la salud mental, el cierre puede destacar la necesidad de más apoyo social y recursos para personas con trastornos emocionales, dejando al lector con una idea clara de la relevancia del tema.

Variantes del cierre en diferentes tipos de ensayos

El cierre puede variar según el tipo de ensayo. En un ensayo argumentativo, el cierre puede incluir una llamada a la acción. En un ensayo crítico, puede incluir una evaluación final o una comparación con otras perspectivas. En un ensayo expositivo, el cierre puede resumir los puntos más importantes de manera clara y concisa.

También puede haber diferencias según el nivel académico. En un ensayo universitario, el cierre puede incluir una proyección futura o una comparación con otros estudios. En un ensayo escolar, puede ser más directo y enfocado en los puntos expuestos en clase.

El cierre como reflejo del estilo del autor

El cierre también refleja el estilo del autor. Un escritor formal puede optar por un cierre académico, mientras que un autor más creativo puede usar un cierre poético o filosófico. El estilo del cierre debe adaptarse al tono general del ensayo y a la audiencia a la que se dirige.

Por ejemplo, en un ensayo filosófico, el cierre puede incluir una reflexión profunda o una pregunta que invite a pensar. En un ensayo periodístico, el cierre puede incluir una proyección futura o una llamada a la acción.

El significado del cierre en un ensayo

El cierre en un ensayo no es solo un final, sino una parte integral del texto que refuerza la estructura y la coherencia. Su significado radica en su capacidad para resumir, reflejar y dar una visión final del tema. Un buen cierre puede marcar la diferencia entre un ensayo mediocre y uno memorable.

En términos prácticos, el cierre debe cumplir con los siguientes objetivos:

  • Resumir los puntos clave.
  • Reafirmar la tesis.
  • Ofrecer una reflexión final.
  • Conectar con el lector.
  • Dejar una impresión duradera.

Por ejemplo, en un ensayo sobre la importancia del deporte en la educación, el cierre puede destacar cómo el deporte contribuye al desarrollo integral del estudiante y cómo debería ser priorizado en el sistema educativo.

¿De dónde viene el concepto de cierre en un ensayo?

El concepto de cierre en un ensayo tiene sus raíces en la tradición retórica clásica, donde los oradores y escritores buscaban terminar sus discursos con un impacto memorable. En la Antigüedad, los cierres eran conocidos como peroración y tenían como finalidad convencer al público y dejar una impresión final.

Con el tiempo, esta práctica se adaptó al ensayo escrito, especialmente durante el Renacimiento, cuando los autores comenzaron a estructurar sus textos con mayor formalidad. Autores como Montaigne, en el siglo XVI, usaban cierres reflexivos que resumían sus ideas y ofrecían una visión más profunda del tema.

El cierre como punto final del discurso

El cierre actúa como el punto final del discurso, cerrando el ciclo de argumentación y ofreciendo una visión integrada del tema. Es el último recurso del autor para convencer al lector, reforzar la tesis y dejar una impresión duradera. Un buen cierre puede ser la diferencia entre un ensayo que se olvida y uno que se recuerda.

Además, el cierre tiene un impacto psicológico en el lector, ya que es la última impresión que se lleva del texto. Por eso, es fundamental que el cierre sea claro, coherente y memorable.

¿Cómo estructurar el cierre de un ensayo?

Para estructurar el cierre de un ensayo, se recomienda seguir estos pasos:

  • Reafirmar la tesis de manera breve pero clara.
  • Resumir los puntos clave que se han desarrollado en el ensayo.
  • Ofrecer una reflexión final, que puede ser una proyección, una llamada a la acción o una idea que invite a pensar.
  • Finalizar con una frase poderosa que deje una impresión duradera.

Por ejemplo, en un ensayo sobre la importancia de la tecnología en la educación, el cierre podría ser:

>La tecnología no solo transforma la forma en que aprendemos, sino que también redefine el rol del docente y del estudiante. En este ensayo hemos explorado cómo las herramientas digitales pueden mejorar la educación, pero también hemos visto los desafíos que conlleva su uso. En última instancia, es necesario encontrar un equilibrio que aproveche lo mejor de la tecnología sin perder de vista los valores educativos fundamentales.

Cómo usar el cierre en un ensayo y ejemplos de uso

El cierre se usa al final del ensayo, después del desarrollo de los argumentos. Debe ser coherente con el tono y el propósito del texto. A continuación, se presentan algunos ejemplos de uso:

  • En un ensayo argumentativo:

>En conclusión, la legalización de la marihuana no solo reduce el crimen asociado al narcotráfico, sino que también permite el acceso a un tratamiento médico más amplio. Es hora de que las leyes reflejen la realidad y promuevan una política más racional.

  • En un ensayo crítico:

>El análisis de este libro nos permite comprender cómo el autor cuestiona los valores tradicionales de su sociedad. A través de este estudio, hemos visto que su crítica no solo es relevante para su época, sino también para la nuestra.

  • En un ensayo expositivo:

>En resumen, el cambio climático es uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. A través de este texto hemos explorado sus causas, efectos y posibles soluciones. Solo con acciones colectivas podremos enfrentar este problema.

El cierre como herramienta de cohesión

El cierre también actúa como una herramienta de cohesión, ya que conecta los distintos elementos del ensayo. Un buen cierre debe hacer referencia a los puntos más importantes y mostrar cómo se relacionan entre sí. Esto ayuda a mantener la coherencia del texto y a reforzar la estructura general.

Un cierre cohesivo puede incluir frases como:

  • Como hemos visto en este texto…
  • Este análisis nos lleva a concluir que…
  • A través de este estudio, podemos afirmar que…

Estas frases no solo resumen lo expuesto, sino que también preparan al lector para la reflexión final.

El impacto del cierre en la recepción del lector

El cierre tiene un impacto directo en la percepción del lector. Un cierre bien estructurado puede mejorar la calidad del ensayo y dejar una impresión positiva. Por otro lado, un cierre mal estructurado o repetitivo puede restar valor al texto, incluso si el desarrollo ha sido sólido.

Por eso, es fundamental dedicar tiempo a pensar en el cierre, ya que es la última oportunidad que tiene el autor para convencer al lector. Un buen cierre no solo cierra el discurso, sino que también abre la puerta a nuevas reflexiones y posibilidades.