En el mundo de los negocios y el marketing, comprender qué es un producto ofertado es fundamental para diseñar estrategias efectivas. Este concepto se refiere a la totalidad de elementos que una empresa presenta al mercado como solución a las necesidades de los consumidores. No se limita únicamente al bien físico, sino que incluye características, servicios, garantías y experiencia de compra. En este artículo exploraremos a fondo el significado, ejemplos y aplicaciones prácticas del término producto ofertado que es, para que puedas integrarlo de manera útil en tu estrategia de ventas o marketing.
¿Qué es un producto ofertado?
Un producto ofertado es la combinación de elementos tangibles e intangibles que una empresa ofrece a los consumidores con el objetivo de satisfacer una necesidad específica. Este concepto no se limita al producto físico en sí, sino que abarca también la experiencia, el soporte, la garantía, y otros factores que lo rodean. Por ejemplo, cuando alguien compra un teléfono inteligente, el producto ofertado incluye el dispositivo, la garantía, el soporte técnico, y a veces incluso servicios de actualización.
Este enfoque integral del producto permite a las empresas diferenciarse en un mercado competitivo. Un mismo producto puede ser ofertado de maneras distintas dependiendo de la estrategia de marketing, lo cual puede influir en la percepción del cliente y en su decisión de compra.
Un dato interesante es que el término producto ofertado se popularizó a mediados del siglo XX con la evolución de la teoría de marketing. Philip Kotler, considerado el padre del marketing moderno, destacó la importancia de considerar el producto no solo como un bien físico, sino como una experiencia completa que el cliente percibe. Esta visión transformó la forma en que las empresas diseñan y promueven sus ofertas.
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La importancia del producto ofertado en el marketing
En marketing, el producto ofertado es el núcleo de cualquier estrategia de comercialización. Representa la promesa que una empresa hace a sus clientes y define el valor que estos perciben. No se trata solo de un bien o servicio, sino de una solución a un problema, una experiencia, o una mejora en la calidad de vida.
Por ejemplo, una empresa que vende ropa no solo está ofertando prendas, sino también una imagen de estilo, comodidad, y en muchos casos, un mensaje cultural o de identidad. Esto convierte el producto ofertado en un vehículo de comunicación poderoso entre la marca y el consumidor.
Además, el producto ofertado puede variar según el segmento de mercado al que se dirige. Un producto puede tener diferentes niveles de calidad, funciones adicionales, o servicios complementarios, dependiendo de las expectativas del cliente. Esta flexibilidad permite a las empresas ajustar su oferta para maximizar su atractivo y competitividad.
El producto ofertado y su impacto en la percepción del cliente
Otro aspecto relevante del producto ofertado es su influencia en la percepción del cliente. Aunque dos empresas puedan ofrecer el mismo producto físico, la forma en que lo presentan, lo embalan, lo promocionan y lo respaldan puede hacer que uno sea visto como de mayor valor que el otro. Esto se debe a que el producto ofertado incluye elementos como la marca, la reputación de la empresa, la experiencia del cliente y el soporte postventa.
Por ejemplo, una computadora de marca reconocida puede ser percibida como de mayor calidad que una de marca desconocida, incluso si ambas tienen las mismas especificaciones técnicas. Esto se debe a que el cliente asocia el nombre de la marca con ciertos valores como confiabilidad, innovación o diseño.
Ejemplos de productos ofertados en diferentes industrias
Para entender mejor el concepto, aquí tienes algunos ejemplos concretos de productos ofertados en distintos sectores:
- Tecnología: Un smartphone no es solo un dispositivo; incluye software, actualizaciones, soporte técnico, y a veces servicios de almacenamiento en la nube.
- Servicios de salud: Una consulta médica no solo implica el diagnóstico, sino también el trato del médico, la limpieza del lugar, la confidencialidad y la eficiencia del proceso.
- Hostelería: Un menú de un restaurante no es solo comida; incluye el entorno, el servicio, la presentación, la rapidez y la experiencia general del comensal.
- Automotriz: Un automóvil no es solo el vehículo físico; incluye garantía, financiamiento, mantenimiento, y programas de fidelización.
Estos ejemplos muestran cómo el producto ofertado es más que una simple mercancía. Es una experiencia completa que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el mercado.
El concepto de capas en el producto ofertado
Un enfoque útil para entender el producto ofertado es el modelo de las cinco capas del producto, propuesto por Philip Kotler. Este modelo describe el producto ofertado como una estructura con diferentes niveles, cada uno con una función específica:
- Producto físico: Es el bien o servicio tangible que se entrega al cliente.
- Servicios complementarios: Incluyen garantías, instalación, entrega, y soporte técnico.
- Experiencia emocional: Se refiere a cómo el cliente percibe el producto, lo que siente al usarlo, y la satisfacción obtenida.
- Imagen del producto: Es la percepción que tiene el cliente sobre el producto, influenciada por la marca y la publicidad.
- Valor añadido: Son elementos como el diseño, la innovación, y la sostenibilidad que diferencian el producto del competidor.
Este modelo ayuda a las empresas a diseñar productos más completos y competitivos, ya que les permite considerar todos los aspectos que pueden influir en la decisión de compra del cliente.
10 ejemplos reales de productos ofertados en el mercado
Aquí tienes una lista de 10 ejemplos de productos ofertados en diferentes sectores:
- Apple iPhone: Dispositivo físico + sistema operativo + actualizaciones + soporte técnico + marca premium.
- Netflix: Servicio de streaming + catálogo de contenido + experiencia de usuario + personalización.
- Airbnb: Plataforma + anfitriones + ubicación + experiencia local + confianza en la plataforma.
- McDonald’s: Hamburguesas + servicio rápido + ambiente familiar + promociones y descuentos.
- Tesla: Coche eléctrico + autonomía + software actualizable + servicio de carga + diseño innovador.
- Amazon Prime: Plataforma de compras + entrega rápida + contenido multimedia + beneficios exclusivos.
- Nike: Calzado deportivo + diseño + innovación tecnológica + experiencia de compra + marca asociada a la salud.
- Spotify: Servicio de música + playlist personalizadas + descargas + interfaz amigable + suscripción flexible.
- Samsung Galaxy: Teléfono inteligente + software + garantía + soporte + experiencia multimedia.
- Uber: Servicio de transporte + app + seguridad + flexibilidad + precios competitivos.
Cada uno de estos ejemplos demuestra cómo el producto ofertado no se limita al bien físico, sino que incluye una serie de elementos que lo convierten en una oferta atractiva y diferenciada para el cliente.
Cómo el producto ofertado influye en la fidelidad del cliente
El producto ofertado tiene un impacto directo en la fidelidad del cliente. Cuando una empresa ofrece una experiencia integral, positiva y consistente, los clientes tienden a regresar, recomendar el producto y seguir confiando en la marca.
Por ejemplo, una empresa de café que ofrece no solo un producto de calidad, sino también un entorno acogedor, un servicio amable y promociones personalizadas, puede construir una relación emocional con sus clientes. Esta conexión emocional es clave para mantener la fidelidad a largo plazo.
Además, cuando el producto ofertado incluye elementos como garantías, soporte postventa o programas de fidelización, los clientes perciben mayor valor y están menos dispuestos a cambiar de proveedor. Esto refuerza la importancia de diseñar un producto ofertado que vaya más allá de lo básico.
¿Para qué sirve el concepto de producto ofertado?
El concepto de producto ofertado es fundamental para varias áreas de negocio, entre ellas:
- Marketing: Permite a las empresas diseñar estrategias basadas en una comprensión completa de lo que ofrecen a sus clientes.
- Investigación de mercado: Ayuda a identificar qué elementos del producto son más apreciados por los consumidores.
- Desarrollo de productos: Facilita la creación de productos que no solo son funcionales, sino también emocionalmente atractivos.
- Posicionamiento de marca: Ayuda a diferenciar la marca de la competencia mediante una oferta más completa y significativa.
Un ejemplo práctico es el caso de Starbucks, que no solo vende café, sino que ofrece una experiencia de marca única, con espacios diseñados para relajarse, música ambiente y un servicio personalizado. Este enfoque ha hecho de Starbucks una marca de fidelidad global.
Variantes del concepto de producto ofertado
Además de producto ofertado, existen otros términos que se usan en marketing y gestión de ventas para describir conceptos similares. Algunos de ellos son:
- Oferta completa: Se refiere a la totalidad de elementos que una empresa ofrece al cliente.
- Paquete de valor: Incluye todos los beneficios tangibles e intangibles que el cliente percibe.
- Propuesta de valor: Es la promesa de valor que una empresa hace a sus clientes.
- Experiencia del cliente: Se centra en cómo el cliente vive el proceso de compra y uso del producto.
Aunque estos términos tienen matices diferentes, todos ellos comparten la idea central de que el cliente compra más que un producto físico: compra una experiencia, una solución y una relación.
El producto ofertado y su relación con la satisfacción del cliente
La satisfacción del cliente está estrechamente ligada al producto ofertado, ya que este define la experiencia que el cliente vive. Si el producto ofertado cumple o supera las expectativas del cliente, es más probable que este quede satisfecho y se convierta en un cliente leal.
Por ejemplo, un cliente que compra un servicio de streaming puede quedar insatisfecho si la plataforma tiene publicidad interrumpiendo su experiencia, incluso si el catálogo es amplio. En cambio, si la plataforma ofrece contenido de calidad, sin interrupciones, y con una interfaz amigable, la satisfacción será mayor.
Por eso, es fundamental que las empresas no solo se enfoquen en el producto físico, sino en toda la experiencia que lo rodea. Esto incluye la entrega, el soporte, la calidad del servicio, y la relación con la marca.
Significado del término producto ofertado
El producto ofertado tiene un significado amplio y multidimensional. Se trata de todo lo que una empresa ofrece al cliente para resolver una necesidad, satisfacer un deseo o mejorar su calidad de vida. Este término no se limita al bien físico, sino que incluye servicios, garantías, experiencia, soporte y otros elementos que pueden diferenciar una marca de la competencia.
Por ejemplo, una empresa que vende ropa no solo ofrece prendas, sino también una imagen, una identidad y una experiencia de compra. Estos elementos intangibles pueden ser más importantes que el producto físico mismo en la decisión de compra del cliente.
Es importante destacar que el producto ofertado no es estático. Puede evolucionar con el tiempo, adaptándose a las nuevas necesidades del mercado y a las preferencias cambiantes del cliente. Esta flexibilidad es clave para mantener la relevancia y competitividad de una marca.
¿Cuál es el origen del término producto ofertado?
El concepto de producto ofertado tiene sus raíces en la teoría moderna del marketing, particularmente en los trabajos de Philip Kotler a mediados del siglo XX. Kotler definió el producto ofertado como todo lo que se ofrece al mercado para satisfacer una necesidad o deseo. Este enfoque integral del producto permitió a las empresas pensar más allá del bien físico y considerar otros elementos que influían en la decisión de compra del cliente.
Con el tiempo, este concepto se ha desarrollado y adaptado a diferentes industrias y contextos. Hoy en día, el producto ofertado es un término clave en marketing, gestión de ventas y diseño de estrategias de negocio.
Diferentes formas de interpretar el producto ofertado
El producto ofertado puede interpretarse de varias maneras, dependiendo del contexto y la perspectiva desde la que se analice. Algunas de las interpretaciones más comunes son:
- Perspectiva del cliente: El cliente percibe el producto ofertado como una solución a su problema o una mejora en su vida.
- Perspectiva del vendedor: El vendedor ve el producto ofertado como una combinación de elementos que le permiten competir en el mercado.
- Perspectiva del mercado: El mercado evalúa el producto ofertado según su valor, calidad y relación costo-beneficio.
- Perspectiva de la marca: La marca utiliza el producto ofertado como herramienta para construir su identidad y diferenciarse de la competencia.
Cada una de estas perspectivas aporta una visión única del producto ofertado, lo que permite a las empresas ajustar su enfoque y mejorar su estrategia de marketing.
¿Cómo afecta el producto ofertado a las ventas?
El producto ofertado tiene un impacto directo en las ventas, ya que define el valor que el cliente percibe. Un producto bien ofertado puede aumentar la tasa de conversión, mejorar la fidelidad del cliente y generar más ingresos para la empresa.
Por ejemplo, una empresa que ofrece un producto de alta calidad, con garantía, soporte técnico y una experiencia de compra positiva, puede obtener mejores resultados en ventas que una empresa que solo ofrece el producto físico. Esto se debe a que el cliente percibe mayor valor y está más dispuesto a pagar un precio más alto.
Además, un producto ofertado bien diseñado puede reducir el costo de adquisición del cliente, ya que los clientes satisfechos son más propensos a recomendar la marca y a realizar compras repetidas. Esto hace que el producto ofertado no solo influya en las ventas inmediatas, sino también en el crecimiento a largo plazo de la empresa.
Cómo usar el concepto de producto ofertado en la práctica
Para aplicar el concepto de producto ofertado en la práctica, es importante seguir estos pasos:
- Identificar las necesidades del cliente: Investiga qué necesidades o deseos de los clientes puedes satisfacer.
- Diseñar una oferta integral: Combina elementos tangibles e intangibles para crear una experiencia completa.
- Diferenciar tu producto: Añade elementos que lo hagan único en el mercado, como servicios complementarios o experiencia emocional.
- Evaluar la percepción del cliente: Mide cómo los clientes perciben tu producto y ajusta la oferta según sus comentarios.
- Mantener la consistencia: Asegúrate de que la oferta que ofreces sea coherente con lo que prometes y con la experiencia que los clientes viven.
Por ejemplo, una empresa de electrodomésticos puede ofrecer no solo el producto, sino también instalación gratuita, garantía extendida, y un servicio de asistencia técnica. Esta estrategia puede hacer que los clientes elijan su marca sobre la competencia, incluso si el precio es ligeramente más alto.
El papel del producto ofertado en el posicionamiento de marca
El producto ofertado juega un papel crucial en el posicionamiento de marca. La forma en que una empresa ofrece su producto define cómo se percibe en el mercado. Una marca que ofrezca un producto completo, bien diseñado y con valor añadido puede posicionarse como líder en su sector.
Por ejemplo, Apple ha logrado un posicionamiento premium gracias a su enfoque en la calidad, la innovación y la experiencia del usuario. Su producto ofertado no solo incluye hardware de alta gama, sino también software integrado, diseño atractivo y servicios complementarios como Apple Care.
Este enfoque permite a las empresas construir una identidad fuerte y diferenciada, lo que es esencial en un mercado competitivo. El producto ofertado, por lo tanto, no solo influye en las ventas, sino también en la percepción general de la marca.
Estrategias para mejorar el producto ofertado
Para mejorar el producto ofertado, las empresas pueden implementar las siguientes estrategias:
- Personalización: Ofrecer opciones personalizadas para satisfacer mejor las necesidades individuales del cliente.
- Servicios complementarios: Añadir servicios como garantías, soporte técnico o programas de fidelización.
- Experiencia emocional: Diseñar una experiencia que genere emociones positivas y memorables.
- Innovación constante: Mejorar continuamente el producto para mantenerlo relevante en el mercado.
- Feedback del cliente: Escuchar las opiniones de los clientes y ajustar la oferta según sus necesidades.
Estas estrategias no solo mejoran la calidad del producto ofertado, sino que también fortalecen la relación con el cliente y aumentan la lealtad a la marca.
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